Casos de éxito

Hospital Los Arcos del Mar Menor

“Con los embudos de seguridad suministrados por ICSA pudimos dejar de trabajar con las garrafas abiertas de residuos de toda la vida, las cuales permitían la salida al exterior de vapores tóxicos. Gracias a los embudos de seguridad hemos conseguido reducir los olores típicos de las distintas estancias del laboratorio, sala de procesamiento, sala de tallado, sala de tinción, etc.”

Dra. Emma Iborra, especialista en Anatomía Patológica

Un servicio de Anatomía Patológica que cumple con los estándares de control de seguridad de sustancias tóxicas e higiene.

En el 2011 se inauguró el Hospital Universitario Los Arcos del Mar Menor, ubicado en Torre Octavio-Pozo Aledo (San Javier, Murcia), actualmente presta servicio a los 106.466 habitantes del Área de Salud VIII Mar Menor, que engloba a los municipios de San Javier, San Pedro del Pinatar, Torre Pacheco y Los Alcázares.

La puesta en marcha de un laboratorio de anatomía patológica es una tarea complicada, no solo por el planteamiento de toda la instrumentación necesaria para la realización de los distintos diagnósticos, también es necesario el aprovisionamiento para el laboratorio de todo el fungible y reactivos químicos necesarios para ofrecer funcionalidad desde el primer día.

La Dra. Emma Iborra, especialista en Anatomía Patológica y la Sra. Diana González, técnico especialista en Anatomía Patológica abordaron el reto del aprovisionamiento de fungibles y reactivos para el nuevo laboratorio.

Otro de los objetivos en la puesta en marcha del laboratorio de anatomía patológica era conseguir trabajar desde el primer día en un ambiente libre de toxicidad, para lograr este objetivo ICSA suministro una dotación completa de embudos de seguridad para acoplar a todas las garrafas de residuos presentes en cada punto del laboratorio donde se desechan reactivos tóxicos usados.

Los embudos de seguridad comercializados por ICSA ofrecen una manera sencilla, rápida y económica de evitar la toxicidad originada por las garrafas abiertas para desechar reactivos usados.

 

Antes de la compra de los embudos de seguridad las garrafas estaban abiertas con el peligro que esto conlleva